El presente protocolo establece los lineamientos y requisitos necesarios para la obtención de las licencias de preparador físico en el fútbol chileno, con el objetivo de garantizar la calidad y la idoneidad de los profesionales que se desempeñan en esta área. Estas licencias se dividen en dos categorías: Licencia A, Licencia B, cada una de las cuales responde a diferentes niveles de competencia y experiencia en el ámbito del fútbol profesional, formativo.
La presente regularización establece los lineamientos y requisitos necesarios
para la obtención de las licencias de preparador físico en el fútbol chileno,
con el objetivo de garantizar la calidad y la idoneidad de los profesionales
que se desempeñan en esta área. Estas licencias se dividen en dos
categorías: Licencia A, Licencia B, cada una de las cuales responde a
diferentes niveles de competencia y experiencia en el ámbito del fútbol
profesional, formativo.
La Licencia A está orientada a aquellos preparadores físicos que desean
trabajar con equipos profesionales y selecciones nacionales adultas. La
Licencia B se dirige a quienes buscan desempeñarse en el fútbol formativo y selecciones juveniles.
Esta regularización diferencia entre licencias automáticas y no automáticas,
dependiendo del nivel de formación académica, la experiencia acumulada y la relevancia de dicha experiencia en el ámbito futbolístico. Las licencias
automáticas se otorgan a aquellos candidatos que cumplen con ciertos
criterios preestablecidos de manera directa, mientras que las licencias no
automáticas requieren la realización de cursos de preparación específicos y la aprobación de pruebas teóricas.